La falta de actividad, promovida tras el despido de un empleado, impide la fabricación de 63.000 amortiguadores
Diario de Noticias - Viernes 25 de enero de 2008 -
La huelga indefinida en la planta de Kayaba (antigua AP Amortiguadores) paró ayer la actividad de sus 850 trabajadores y hace peligrar las inversiones de la multinacional japonesa en la fábrica de amortiguadores de Ororbia. Las primera horas de huelga se completaron con un apoyo total de la plantilla al compañero despedido, del que la dirección de la empresa decidió prescindir por "acumular muchas bajas". Ante la gravedad de la situación, el comité de empresa y la dirección se mantenían reunidos la pasada medianoche en busca de una solución al conflicto.
El comité de empresa, formado por 6 delegados de UGT, 5 de LAB, 4 independientes, 3 de CCOO y 3 de ESK, subrayó el "respaldo total" de la plantilla a la huelga indefinida, y se concentró durante la jornada de ayer ante la puerta de la empresa con una pancarta con el lema Trabajadores en huelga contra los despidos improcedentes. ¡Readmisión ya!
"La representación de los trabajadores se ha ofrecido a colaborar con la empresa en las investigaciones necesarias para evitar fraudes y para solucionar los problemas que vayan apareciendo en la fábrica, pero no admitimos que se despida a un trabajador sin especificar nada más que una acumulación de bajas", explicaron ayer fuentes del comité de empresa, que detallaron que los trabajadores "están fuertes, con ánimo y confiados en que su postura, tarde o temprano, pueda hacer recapacitar a la dirección" sobre la readmisión de su compañero despedido.
comunicado Con la tarde avanzada, la dirección de la empresa transmitió una nota al comité de empresa en la que recordó que "el conflicto perjudica a todos los trabajadores, ya que no sólo supone un perjuicio económico y pérdidas de cotizaciones a la Seguridad Social para quienes están en huelga, sino que además aleja inversiones de KYB en nuestra empresa".
Además, la dirección animó a los trabajadores a cuestionarse si con la huelga la plantilla "está contribuyendo a que en el futuro un empleado pueda cometer cualquier tipo de abuso", y explicó que "varios trabajadores que habían decidido trabajar han confirmado que se han sentido intimidados". Este hecho fue desmentido por el comité de empresa.
Por último, la dirección valoró positivamente el ofrecimiento del comité de ayudar en situaciones de inspecciones, pero estimó que "es necesario disponer de compromisos y medidas concretas", un hecho que el comité consideró "responsabilidad" directa de la dirección.
De momento, y con la negativa de la dirección de la empresa a realizar declaraciones sobre la huelga, la planta de KYB en Ororbia dejó de producir ayer unos 63.000 amortiguadores, una cifra que amenaza con verse incrementada notablemente en los próximos días si ambas partes no consiguen acercar sus posturas en las negociaciones.