A todos los que estáis entrando a trabajar, muchas gracias. El martes por la mañana, en el almacén había 66.000 bombas del modelo 7001, algo menos de 10.000 del modelo 1215, de las cuales casi la mitad estaban intervenidas y absolutamente nada o muy poco del resto de modelo. Tenemos la victoria al alcance de la mano.
Gracias a vosotros, la empresa puede aguantar varios días más, mientras le salváis la cara con los modelos críticos. Gracias a vosotros, la empresa lo tiene más fácil para conseguir su objetivo de despedir a vuestros compañeros... o a vosotros mismos.
Muchísimas gracias por estar jodiéndonos vivos, por conseguir que nuestra pelea, ya difícil de por sí, lo sea mucho más. Muchísimas gracias por obligarnos a hacer más huelga. Vuestro amor por el dinero o por trepar, o por la motivación que sea que os mueva a entrar a currar, está provocando que los que peleamos por conservar los puestos de trabajo para todos sintamos vuestra solidaridad en nuestros bolsillos, en nuestra esperanza y quién sabe si en el INEM.
Sí, sois culpables. Culpables de complicidad con la empresa. Culpables de putear a la plantilla por vuestros intereses mezquinos. No habéis respetado la voluntad de la plantilla, libremente expresada en una votación. Estáis haciendo inútil el esfuerzo de gran parte de la plantilla que está dando la cara y dejándose la piel por defenderse y, ojo, también por DEFENDEROS A VOSOTROS, que no os lo merecéis absolutamente nada.
Muchas gracias, amigos. Os lo agradecemos un montón. Os lo seguiremos agradeciendo en el futuro. No olvidaremos vuestra solidaridad, vuestro compromiso, vuestra entrega. Da gusto estar en una empresa con gente como vosotros, tan concienciada, tan luchadora, tan guay. Podéis estar orgullosos. Seguro que la conciencia os deja dormir como troncos. Qué majos y cuánto os debemos todos.
Gracias a vosotros, la empresa puede aguantar varios días más, mientras le salváis la cara con los modelos críticos. Gracias a vosotros, la empresa lo tiene más fácil para conseguir su objetivo de despedir a vuestros compañeros... o a vosotros mismos.
Muchísimas gracias por estar jodiéndonos vivos, por conseguir que nuestra pelea, ya difícil de por sí, lo sea mucho más. Muchísimas gracias por obligarnos a hacer más huelga. Vuestro amor por el dinero o por trepar, o por la motivación que sea que os mueva a entrar a currar, está provocando que los que peleamos por conservar los puestos de trabajo para todos sintamos vuestra solidaridad en nuestros bolsillos, en nuestra esperanza y quién sabe si en el INEM.
Sí, sois culpables. Culpables de complicidad con la empresa. Culpables de putear a la plantilla por vuestros intereses mezquinos. No habéis respetado la voluntad de la plantilla, libremente expresada en una votación. Estáis haciendo inútil el esfuerzo de gran parte de la plantilla que está dando la cara y dejándose la piel por defenderse y, ojo, también por DEFENDEROS A VOSOTROS, que no os lo merecéis absolutamente nada.
Muchas gracias, amigos. Os lo agradecemos un montón. Os lo seguiremos agradeciendo en el futuro. No olvidaremos vuestra solidaridad, vuestro compromiso, vuestra entrega. Da gusto estar en una empresa con gente como vosotros, tan concienciada, tan luchadora, tan guay. Podéis estar orgullosos. Seguro que la conciencia os deja dormir como troncos. Qué majos y cuánto os debemos todos.
