Hoy la empresa ha recibido a un miembro de cada sección sindical del comité para comunicar que han decidido retrasar la presentación del ERE a principios de diciembre.
Desconocemos el porqué de esta decisión, aunque pensamos que quizá tenga algo que ver en ello el hecho de que en enero tengan que volver las 14 personas que están fuera ahora mismo.
Esta idea se ve reforzada con el anuncio hecho en la misma reunión de que seguramente no van a presentar la lista de afectados en el momento de comenzar los trámites, sino que probablemente dejen para el final de todo el proceso el hacerla pública.
Así mismo, la empresa ha presentado al comité dos propuestas de bajas incentivadas. La primera de ellas sería abierta para toda la plantilla y con la cuantía de 25 días por año trabajado. La otra, de 33 días por año trabajado, implicaría que la empresa se reserva el derecho de aceptar o no la baja de quienes quieran acogerse a ella si consideran que esa persona es valiosa para la empresa.
La pretensión de la gerencia era que el comité eligiera una de esas dos fórmulas, pero la respuesta ha sido que la cuantía ofrecida era muy escasa como para incentivar a nadie y que la empresa debe ofrecer al menos 45 días por año trabajado para que las bajas incentivadas sirvan para algo.
También se les ha preguntado por los días de regulación, pero han respondido que aún no saben cuándo van a continuarla.
Dado que el retraso del ERE y la "oferta" de bajas incentivadas no cambian nada de la situación en modo sustancial, sino que solo suponen una leve modificación de las fechas que la empresa dio en un principio, se mantienen las convocatorias de paros para esta semana y la que viene.
